María no para de hablar. Manuel, su hermano pequeño, no hace más que oír su palabrerío. Un día, de repente, María se queda sin voz. Su familia tendrá que adaptarse a la nueva modalidad de María, y ella... bueno, ella tendrá que aprender que no siempre tiene que andar parloteando.
Newsletter
Suscribite para recibir novedades y ofertas exclusivas
Accede a tu cuenta