Esperanza Mía No Puedo Evitar Amarte

Esperanza siente que necesita rezar. Está frente a la Cruz y lo hace a su manera: - Ayúdame, ¿dale? Cópate. Yo sé que podes con todo, que para vos no hay imposibles. Dame una mano con todo esto. Yo tengo que seguir pareciendo una novicia, no puedo hacer otra cosa. Pero te tengo que confesar algo. No me preguntes cómo, no me preguntes… Pero yo creo que me enamoré hasta la manija. Sí, ya sé que no se puede, que está prohibido, que es pecado, que es un recontra pecado. Ya lo sé. ¿Me lo vas a decir a mí? Pero pasó. Me enamoré. Yo, sin verlo ya lo soñaba. Y ahora, siento que se me sale el corazón cada vez que lo tengo cerca.