Estimula el sentido de la vista permitiendo apreciar en profundidad los colores, las siluetas de algunos elementos, así como los detalles de los mismos.
Promueve la concentración y la experimentación. Todo elemento sencillo se convierte en mágico en la caja de luz.
Invita a la relajación a través de la creación de un espacio y experiencia acogedora (varias veces se utiliza en un ambiente en penumbra) que impulsa a los niños a aprender a través del juego.
Es producido en un material noble y amigable con el medio ambiente.
La caja de luz está inspirada en el enfoque pedagógico de Reggio Emilia que ubica al niño y sus intereses en un rol protagónico dentro del aprendizaje. herramienta educativa y lúdica esencial para los niños pequeños que les ofrece multitud de posibilidades, si les damos como padres la guía adecuada.
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