Islas Chatham, 1835. La joven moriori Kimi ha sido testigo directo de la invasión maorí de sus tierras. Dolorosamente, ha comprendido que las leyes de sus dioses no la pueden proteger ni de los maoríes, ni del hombre blanco. Tampoco el hombre cuyo hijo es
Newsletter
Suscribite para recibir novedades y ofertas exclusivas
Accede a tu cuenta