Había una vez un hombre que creía poseerlo todo y se dispuso a inspeccionar lo que era suyo.Eres mía, dijo Fausto a una flor, a una oveja, a una montaña... Pero como todo esto no le bastaba, tomó un barco y se hizo a la mar. La prepotencia y arrogancia
Newsletter
Suscribite para recibir novedades y ofertas exclusivas
Accede a tu cuenta